De mujer cuidadora a defensora de los derechos humanos

La historia de Judith Bront es una historia tan impactante que sigue inspirando a muchas mujeres con las que trabajamos a seguir sus pasos. Pueden encontrar la historia detallada en la serie de artículos realizados en alianza con La Vida de Nos donde contamos la historia de madres, pacientes y personal médico del J. M. de los Ríos.

Después de una lucha de doce años para sobrellevar la enfermedad crónica renal de su hijo Samuel, un brote infeccioso azotó la unidad de diálisis del Hospital. De los 25 niños que recibían tratamiento, 18 fueron hospitalizados con fiebre y los mismos síntomas, Samuel entre ellos.

Los niños hospitalizados “recibían antibióticos vencidos y con suministro irregular”. Como dice el artículo de Milagros Socorro: Tras mucho indagar, a las madres de los pacientes les dijeron que a la planta de ósmosis no se le hacía mantenimiento desde hacía meses. Enviaron cartas a las autoridades. A todas. Hicieron denuncias. Protestaron. Trancaron calles… y cuando regresaban a la sala de espera del hospital, escuchaban a sus hijos gritando de dolor.

El 10 de mayo de 2017, día del cumpleaños de Judith, sería el último día que compartiría con su hijo. A la medianoche, la despertó diciéndole que se sentía mal, fue trasladado a terapia intensiva y horas más tarde la doctora le dijo que Samuel había fallecido.

“Me quedé con él en el cuarto. Abrazada a él. Sentía un dolor indescriptible y mucha rabia. Impotencia.”

Entre mayo y diciembre de 2017, 12 niños del Servicio de Nefrología murieron por falta de antibióticos para tratar una bacteria intrahospitalaria. El menor de ellos tenía tres años.

Judith Bront, una mujer que conocíamos desde que llegamos al Hospital en el 2008, no quiso quedarse de brazos cruzados ante la muerte prevenible de su hijo, y la de tantos otros niños, niñas y adolescentes. Todavía quedaban más niños hospitalizados en riesgo, y cuando decidimos llevar este caso a instancias internacionales, nos dijo que quería acompañarnos para contar su historia.

En julio de ese mismo año, apenas dos meses después de la muerte de su hijo, se denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la audiencia Nro. 163 la situación de salud con énfasis en el caso de los niños fallecidos por el brote infeccioso y el suministro irregular de antibióticos en la unidad de nefrología.

Judith, la madre de Samuel, relatando los hechos frente a los relatores de la CIDH y los representantes del Estado venezolano.

Vimos de primera mano cómo Judith contaba su testimonio una y otra vez en todos los escenarios posibles, empoderándose cada vez más. Decidía secarse las lágrimas y seguir denunciando para que esta situación no pasara desapercibida, contando su testimonio frente a la CIDH y los representantes del Estado.

Posteriormente fueron solicitadas Medidas Cautelares ante la CIDH para los niños de la unidad de nefrología del Hospital J.M de Los Ríos. Estas fueron otorgadas el día 21 de febrero de 2018, y posteriormente fueron ampliadas a 13 servicios más del Hospital. Este amparo especial otorgado por la CIDH exige al Estado que cumpla con el derecho a la salud de la población hospitalaria de cada servicio, marcando un importante precedente como el primer caso en Venezuela de una medida cautelar que ampara a un colectivo y no a un número específico de personas con nombre y apellido.

Judith sigue trabajando con Prepara Familia y acude regularmente al servicio donde transcurrieron 12 años de su vida, para ofrecer asistencia y acompañamiento. Es abogada y defensora de los derechos humanos. Su compromiso y fortaleza nos inspiran día a día, y ha inspirado a otras mujeres cuidadoras a unirse a la lucha por la exigencia de sus derechos.

Puedes apoyar nuestro trabajo y el trabajo de otras mujeres como Judith, aquí.


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